El preámbulo:
La Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) tiene 35 años de vida.
Como empresa pública dedicada a la Salud Pública tiene entre sus funciones generar conocimiento, ser espacio de encuentro e intercambio de información, formar a profesionales e investigar y cooperar con otros organismos internacionales que velan por la mejora de los servicios de salud y la práctica clínica.
El Partido Popular en Andalucía presentó en diciembre’19 una proposición de ley en la que incluye su disolución y extinción.
Qué es la Salud Pública?
La Salud Pública ayuda a diseñar estrategias que permiten la sostenibilidad y la equidad en los sistemas de salud.
Decían Jose R. Repullo y Andreu Segura en el 2006 q “las aportaciones de la salud pública -epidemiología, economía de la salud e investigación en servicios sanitarios- son fundamentales para configurar un enfoque poblacional y aportar una base científica y técnica a las decisiones políticas”. Quizá sea eso lo que hace que determinados grupos políticos las consideren “peligrosas” y diseñen estrategias para eliminarlas (aunque envuelvan el discurso en absurdas figuras retóricas para evitar enfrentarse directamente a la barbaridad de sus proposiciones)
Posibles causas para querer extinguir una escuela de salud pública:
En los sistemas sanitarios (como en cualquier otro sistema) los componentes están jerarquizados: no todos tienen la misma importancia. Así por ejemplo, es fácil demostrar cómo el sistema hospitalario ha sido primado en las asignaciones presupuestarias en los últimos años (a pesar de la crisis económica) creciendo su partida de gasto en detrimento de la Atención Primaria (como ya hemos denunciado en reiteradas ocasiones desde aquí) y de la Salud Pública. Lo ha explicado en diferentes ocasiones Juan Simó a través de su blog.
Esta decisión tiene unas consecuencias para la población. Y no es una decisión casual: responde a la ideología que existe detrás de las políticas de salud y de la organización de los sistemas públicos de salud.
Porque las ideologías condicionan las políticas.
Y la población debe saber que no todas las políticas son beneficiosas en términos de salud. Por ello deberemos estar alerta para evitar que los sistemas sanitarios públicos dejen de serlo en manos de quiénes toman decisiones que no son, de ningún modo, arbitrarias.
Afortunadamente, existen voces como la de Sergio Minué capaces de simplificar el conflicto con el fin de tener claras las consecuencias de lo que puede ocurrir en caso de que la proposición siga su camino.
En apoyo a la EASP:
Son infinidad los profesionales sanitarios que han sido formados en la EASP en todos estos años. La calidad de su profesorado y su oferta docente han hecho que muchísimos de los referentes profesionales en salud que existen en este país hayan recibido formación en sus clases.
Siguiendo estos días la cuenta de twitter @comiteeasp y el hastag #NoAlCierredelaEASP podéis ver importantes ejemplos al respecto.
La iniciativa creada en la plataforma change.org ha recibido casi 10000 firmas en pocos días. Voces como la de Rafa Cofiño (Director General de Salud Pública en Asturias) y Javier Segura se han hecho eco desde sus blogs de los peligros que entraña la proposición.
Rebel·lió Atenció Primària, como movimiento en defensa de la Atención Primaria, se opone a la extinción y disolución de la EASP y participará de cualquier iniciativa que se lleve a cabo en el sentido de evitar que la proposición de ley siga adelante.
No podemos permanecer impasibles ante las iniciativas que atenten contra la equidad y las mejoras del sistema de salud de nuestra población.
Es necesario recordar lo que decía Javier Padilla recientemente en relación con la publicación de su libro “¿A quién vamos a dejar morir?” en una entrevista en El Salto:
“Los sistemas sanitarios públicos son fruto de la cohesión social pero también motores de la misma”
Para firmar la campaña de apoyo: aquí
Para conocer más: No a la extinción de la EASP
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